Celebremos la recuperación Guía 1: Cómo ir de la negación a la gracia de Dios: U

Un programa de recuperación basado en ocho principios de las Bienaventuranzas:
1. Reconocer que no soy Dios. Admito que soy impotente para controlar mi tendencia a hacer lo incorrecto y que mi vida es inmanejable. "Felices los pobres en espíritu."
2. Creer sinceramente que Dios existe, que le importo y que tiene el poder para ayudarme a recuperarme. "Felices los que lloran, porque serán consolados."
3. Elegir conscientemente comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo. "Felices los mansos."
4. Examinar abiertamente y confesar mis faltas a Dios, a mí mismo y a alguien en quien confíe. "Felices los de corazón puro."
5. Someterme voluntariamente a cada cambio que Dios quiera hacer en mi vida y pedirle humildemente que elimine mis defectos de carácter. "Felices los que tienen hambre y sed de justicia."
6. Evaluar todas mis relaciones. Ofrecer perdón a quienes me han lastimado y hacer enmiendas por el daño que he hecho a otros, excepto cuando hacerlo perjudique a ellos o a otros. "Felices los misericordiosos." "Felices los pacificadores."
7. Reservar un tiempo diario con Dios para el autoexamen, la lectura de la Biblia y la oración con el fin de conocer a Dios y su voluntad para mi vida y obtener el poder para seguir su voluntad.
8. Ofrecerme para ser usado por Dios para llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto con mi ejemplo como con mis palabras. "Felices los perseguidos por causa de la justicia."